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viernes, 28 de junio de 2013

Receta Pollo a la Sal

Bueno, pues viendo el éxito de lecturas de las anteriores recetas que he publicado en el blog me he animado a publicar un nuevo experimento que hice en casa hace unas semanas :-D

Se trata de otra de  esas recetas fáciles de hacer y que os harán quedar como auténticos cocinillas con un esfuerzo mínimo: Pollo a la sal.

Pollo a la sal

Había visto la receta hacía unas semanas en el twitter del RestauranteEtxanobe y el otro día vi la oportunidad de lucirme con ella y como el resultado no fue nada malo, aquí os la traigo para que os luzcáis también vosotros :-D


¿Empezamos?

Básicamente la técnica de esta receta es similar a la que se emplea para preparar los pescados (lubina a la sal, dorada a la sal…). Lo que me sorprendió es que se propusiera para hacer pollo, algo que nunca se me hubiese ocurrido. En mi caso como solo éramos dos a comer, en lugar de “pollo a la sal” hice dos “muslos de pollo a la sal” jajaja pero vamos, la idea es la misma:

Primero prepararemos un mejunje (aka ajilimójili) con el que embadurnaremos el pollo. Aquí os podéis sentir libres de echarle lo que queráis. Basandome en la receta original que proponían desde Etxanobe mezclé en un cuenquito los siguientes ingrediente: aceite, albahaca, zumo de limón, pimienta y mostaza… pero vamos, que podéis echar los aromáticos que más os gusten.

Después, untamos el pollo con esta mezcla (¡por favor, daos el gustazo de hacerlo directamente con las manos!) y lo dejamos un rato reposar para que se adhiera bien la salsa y penetre en el pollo (yo le hice unos agujeritos con un palillo).

Mientras tanto, ponéis en un bol grande un kilo de sal gorda y una clara de huevo y le damos vueltas hasta que coja una consistencia como de arena húmeda de playa. De nuevo os recomiendo remover con las manos bien limpias. Eso sí, no cometáis el error que cometí yo de chuparos los dedos al terminar jajaja. Otro consejo es que no escatiméis con la sal, que un kilo cuesta 20 céntimos y no es cuestión de quedarse cortos y que luego no podamos cubrir bien el pollo.


Bien, llega el momento del montaje. Sobre una bandeja de horno, ponemos un poco de la mezcla de sal que hemos hecho, colocamos encima el pollo y cubrimos bien con el resto de la mezcla de sal, apretando para que quede bien sellado.



 

Metemos al horno previamente caliente a 180ºC y calculamos 45 minutos para un pollo “normal”. Pasados esos minutos, sacamos del horno y veremos que la sal se ha compactado formando una especie de costra bastante dura. Rompemos la costra con una cuchara y retiramos bien toda la sal que se haya podido soltar de la costra. ¡Y ya está!


 
El punto que coge el pollo es sorprendentemente jugoso y en su punto de sal, ya que mágicamente admite solamente la cantidad de sal que necesita. Como veis es una receta muy fácil de preparar que os permite además hacerla con antelación y disfrutar con vuestros invitados sin tener que estar yendo y viniendo a la cocina.


¡Eso es todo y ya sabéis que si os animáis a hacer la receta espero aquí vuestros comentarios!

Mi recomendación es que si queréis sorprender a vuestros invitados les llevéis la bandeja de horno directamente a la mesa sin decirles lo que es… ¡seguro que os quedáis con más de uno!

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