La Barca de Treto (Cantabria)

Como ya os conté en un artículo anterior, el pasado sábado acompañamos al Club del Vino de Castro Urdiales en su visita a las bodegas Vidular.

Pensamos que sería buena idea alargar la excursión y quedarnos a comer por la zona después de la visita a estas bodegas cántabras por lo que una vez concluida nos acercamos a Treto a probar la cocina del  restaurante  "La Barca de Treto".

Entrada al Restaurante La Barca de Treto

La Barca de Treto es el típico restaurante de carretera nacional: de grandes salones, con aparcamiento, de ambiente familiar... un restaurante que seguramente vivió su época dorada cuando no existía la autopista A-8 que une hoy día las ciudades de Bilbao y Santander (entre otras) y que evita el otrora necesario paso por la población de Treto.



Si vamos dirección Santander por la N-634 encontraremos La Barca de Treto a la derecha, pocos metros después de cruzar el puente de hierro sobre el Asón que une Treto y Colindres, en plena recta de Treto. Como comentaba más arriba, no deberíamos tener problemas de aparcamiento ya que el restaurante cuenta con un amplio parking en la parte de atrás.

Vista desde la carretera. A la derecha, acceso al parking.

Atravesando la zona de cafetería, accedemos al salón principal, que cuenta con numerosas mesas y que está decorado de forma tradicional. Pese a ser ya bastante tarde (cerca de las 16h) accedieron sin problemas a asignarnos una mesa para cuatro y en cuanto la tuvieron montada nos entregaron las cartas.

La cocina de La Barca de Treto es básicamente tradicional, con gran presencia de pescados y carnes. Además de los platos de la carta, disponen de un interesante menú del día por 14€ que también aplica en fin de semana y que por los platos que vimos sacar a otras mesas promete ser todo un acierto.

Carta Rte. La Barca de Treto
-Clic para ampliar-

En nuestro caso nos decidimos por ir "a la carta". Pedimos un entrante para compartir y un principal por cabeza, con agua para beber.

El entrante consistió en unos pudings variados (12€) que pedimos con la intención de hacer un pequeño pica pica mientras esperabamos a los platos principales.

El plato traía puding de queso, de bacalao y de cabracho. La verdad es que el de queso no triunfó demasiado ya que tenía un sabor demasiado fuerte para nuestro gusto y nos costó terminarlo. Por su parte el de cabracho tenía demasiado marcada su capa de grasa-nata, por lo que el que más nos convenció fue el de bacalao.

El plato hizo su función pero que de los tres pudings solo se salvase uno y medio... para mi supuso toda una decepción. Tal vez nos equivocamos de entrante.

Pudings Variados (Queso, Bacalao y Cabracho)

En cuanto a los platos principales, decidimos pedir una lubina a la plancha para dos (26€), el solomillo con ciruelas (del cual teníamos buenas referencias) (17€) y la merluza rellena (15€).

Empezando por la lubina para dos, nos la presentaron en una bandeja acompañada de mejillones, patatas y ensalada. Me chocó que en lugar de traer el tradicional refrito de ajos, el pescado iba cubierto por una salsa de color anaranjado a base de ajo y tomate. Según pudimos ver después en la cuenta, la lubina pesó 900 gramos (28€ el kilo).

Lubina para dos

Tras presentarnos el plato y casi sin darnos tiempo a hacer la foto de rigor, la camarera nos quitó las espinas y nos emplató los lomos en las dos raciones correspondientes.

Me gustó mucho tanto el punto del pescado como el toque que le daba la salsa. Ciertamente un plato excepcional. Lo que no me gustó demasiado fue el acompañamiento de patatas con cebolla... no le quedaba demasiado bien y encima la patata estaba pasada y había partes de la cebolla que estaban duras.

Ración de lubina emplatada

La merluza rellena también gustó al comensal que la pidió. Se trataba de una ración más que generosa de merluza rellena de marisco sobre salsa de idem. Pude probar un poco y me gustó aunque para mis gusto el sabor era bastante intenso, algo que me hizo pensar que tal vez comer uno solo toda la ración podría hacerse un poco cansino.

A destacar la preciosa presentación del plato, que puede apreciarse en la foto que se muestra a continuación. En general todos los platos del restaurante La Barca de Treto, tanto los nuestros como los de otras mesas, aparecían muy mimados en cuanto a la presentación.

Merluza rellena

Por último, el solomillo con ciruelas tenía una pinta espectacular. Se trataba de una gran ración de solomillo, al punto, cubierto por una oscura salsa de ciruelas y algunas piezas de fruta encima. El resultado era un plato un tanto dulzón pero que a punto estubo de hacer saltar las lágrimas a su comensal de lo bueno que estaba cuando probó el primer bocado.

Fue un acierto del que pudimos disfrutar todos, ya que la ración era tan generosa que no pudo terminarla.

Solomillo con ciruelas

Llegados a este punto, no teníamos muy claro si ibamos a querer postre o no. Las generosas raciones de La Barca de Treto nos habían dejado más que satisfechos. No obstante, al principio de la comida habíamos visto un par de tartas con muy buena pinta a la entrada del salón y no podíamos marcharnos sin completar la sesión con un par de postres para compartir.

Concretamente pedimos la Tarta de la Abuela y la Tarta de Hojaldre con chocolate caliente (especialidad de la casa). Me gustó mucho la tarta de hojaldre, rellena de una crema pastelera muy ligera y nada empalagosa.

Destacar que el precio de casi todos los postres era de 3€, un precio más que razonable y que ya es dificil de encontrar.

Postres: tarta de la abuela y tarta de hojaldre con chocolate caliente

El precio de la comida fue de 88€, lo que dejó un ticket medio de 22€ por persona (tomamos agua).

En resumen, el restaurante La Barca de Treto me pareció una genial opción donde comer por la zona: cocina tradicional de calidad, raciones generosas, mimada presentación y precios bastante ajustados. Me quedé con ganas de probar el menú fin de semana por 14€ que tenía una pinta excepcional. Espero volver algún día para poder probarlo.

El restaurante es amplio, cuenta con un servicio muy profesional y simpático y dispone de aparcamiento propio, hechos todos estos que le dotan de un ambiente propicio para la realización de comidas y celebraciones familiares aunque también puede estar bien para grupos.

Sin duda un buen lugar donde comer en Cantabria.


LA BARCA DE TRETO (Treto - Cantabria)

• Dirección: B.º Treto, S/N  39760
• Teléfono: 942651632 

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