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viernes, 15 de febrero de 2013

El Embrujo de Bilbao


En previsión de que a un compañero de trabajo se le acaba el contrato, hace unas semanas compramos unos cupones para celebrar su despedida en torno a una mesa. Al final resultó que le ampliaron el contrato y lo que iba a ser una comida de despedida se convirtió en una comida de re-bienvenida :-)

Los cupones eran para un menú del día en Bilbao, concretamente en el restaurante El Embrujo de Bilbao, situado junto al edificio de la Diputación, en pleno centro de Bilbao.

Entrada al Embrujo de Bilbao, junto al metro de Diputación


Se trata de un local muy conocido en la zona de Diputación, una de las zonas de pintxopote de Bilbao que más afluencia de gente tiene. En esa zona se juntan locales como El Globo, La Olla o La Viña del Ensanche con gran tradición de pintxopoteo en Bilbao.

En esta ocasión no ibamos a tomar pinchos sino a comer el menú del día de El Embrujo de Bilbao, un menú del día que se sirve en el bonito comedor que hay bajo el bar y al que se accede a través de unas escaleras junto a la entrada, tan escondidas que nunca había reparado en ellas.

El Embrujo de Bilbao es un local de decoración bastante vanguardista y original. La zona de bar cuenta con una barra generosa y bastante espacio para mesas. Aunque la verdadera seña de identidad del Embrujo de Bilbao es la cascada de agua que hay al fondo del local.
Vista de la zona de bar del Embrujo de Bilbao
Foto extraida de su web

El comedor, va más o menos acorde con la planta superior, en el sentido de que es tambien bastante moderno, aunque deja de lado el fucsia para dar paso a tonos blancos y grises con notas de color verde pistacho.  Además de en este salón, tambien es posible comer en la terraza del restaurante.

Nuestra mesa en el Embrujo de Bilbao

En cuanto al menú del día, permite elegir entre cuatro primeros y cuatro segundos. Puede consultarse a diario en la página web del restaurante, y en nuestra visita constaba de los siguientes platos:


Como véis los platos eran más bien tradicionales, lo cual no terminaba de pegar mucho con el ambiente general del restaurante.

De primero elegimos tres de lentejas y una de risotto.

Bajo el nombre "Marmita de lentejas con morcilla" se escondían unas lentejas más bien normalitas con algo de morcilla desmigada que en cualquier caso brillaba por su ausencia y casi ni se notaba.

Por su parte, el "Risotto de setas y parmesano" tampoco convenció. Soso, insípido y con el arroz algo más bien duro.

Lentejas con morcilla (nótese la lenteja huyendo por el plato y la ausencia de morcilla)

Risotto de Setas y Parmesano

Los segundos no subieron demasiado el nivel de la comida. Para empezar pedimos cuatro doradas. Al de un rato nos dijeron que solamente había tres y uno de los comensales tuvo que cambiar a rape...

Pero no debieron contar bien las doradas porque a la hora de salcarlas nos dijeron que solo había dos... así que otra persona tuvo que cambiar, en esta ocasión al filete.

Ojala hubiese sido yo alguno de los que cambió la dorada porque la verdad es que no me gustó nada. Pasada de punto, excesivamente especiada... me estuvo dando guerra toda la tarde.

El rape, ridículo de tamaño y sin guarnición, no fue precisamente lo que se suele llamar un "cambio a mejor" y en cuanto al filete, pues fue el único que se salvó de la quema sin ser nada del otro mundo.

Dorada al Horno con Panaderas

Rape

Filete con guarnición

Llegabamos a los postres con más pena que gloria.

Yo elegí piña natural, que sin ser nada del otro mundo y aún siendo una ración bastante escasa fue lo mejor de la comida, mientras que mis compañeros de mesa y mantel eligieron tarta de queso.

La tarta de queso más extraña que he visto en años... una especie de deconstrucción, con un hilo de bizcocho en el fondo, sabor a yogur y con sirope de fresa y crocanti por encima. No estaba mal, pero... ¿tarta de queso?

Tarta de queso

Piña natural
Acompañamos la comida con agua que es la única bebida incluida en el menú del día. Creo que es el primer menú del día en el que no se incluye vino, aunque sea peleón. Y estamos hablando de un menú del día de que no es barato precisamente.

El menú del día en el restaurante El Embrujo de Bilbao cuesta 11,90€ + IVA (en total, algo más de 13€).  En nuestro caso, el cupón nos dejaba el menú en 7,90€. Hay que decir aquí que aunque solamente llevabamos tres cupones, tuvieron el detalle de aplicar el precio de la oferta al cuarto comensal.

En resumen, mi experiencia en El Embrujo de Bilbao no fue nada positiva. Los platos me parecieron muy normalitos para un local que vende cierto aire "chic". Es cierto que la decoración de los platos era llamativa pero el sabor de los mismos no estaba a la altura.

Tampoco me gustó que el menú no incluyese vino. En cuanto a la relación calidad/precio se me hizo cara en comparación a otros menús del día que hay por la zona centro de Bilbao.

¿Y vosotros? ¿Habéis probado el Embrujo de Bilbao? ¿Qué os ha parecido?

EL EMBRUJO DE BILBAO (Bilbao)

  • Dirección: Calle de la Diputación, 8, 48008 Bilbao, Bizkaia 
  • Teléfono: 944 16 49 87

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3 comentarios:

Andrea dijo...

LAMENTABLE. He estado en varias ocasiones en El Embrujo. La última vez a la carta. Mi ración de verduras a la plancha se me antojó escasa. Son verduras: por una parte ligeras y por otra, no son productos especialmente caros. Sin embargo, ya digo, me resultó pequeña (mujer de 50 kg).
El menú del día que comí no hace tanto... Flojo, muy flojo. Mi madre pidió natillas de postre. Sí, NATILLAS. Postre clásico y sencillo donde los haya. Sin embargo le sacaron una especie de puré espeso imposible. Como vimos que los de otra mesa las habían dejado enteras, mi madre decidió comentárselo al camarero. Caso omiso. Se empeñó en que eso eran natillas y que el cocinero tenía la suficiente experiencia. Le hizo salir incluso. Pero a nosotras no nos convenció. Las natillas allí quedaron, al igual que las de la otra mesa. Por tanto, las equivocadas no éramos nosotras; al menos no las únicas.
Sin embargo el menú del día de hace 4 años era excepcional. Al igual que la carta en alguna ocasión que he cenado allí. Los pinchos calientes al momento están buenísimos ( aunque ridículos de tamaño y caros).
El encargado de sala nunca ha sido santo de mi devoción, desde hace mil años que llevo yendo.
Sin embargo me parece un detallado lo del 4 º cupón.
Saludos

superjau dijo...

Gracias por tus comentarios Andrea!

Sin duda aportan valor al artículo :-)

J. M. dijo...

A mi tampoco me gustó nada un día que fui a comer un menú del día. me pareció carísimo para la mierda (con perdón) de comida que me dieron

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